11.000 personas se acercaron este domingo al Sánchez Pizjuan para dar su último adiós al futbolista utrerano. El reventón de una de las ruedas del coche, probable causa del siniestro.
El mundo del fútbol en general y el sevillismo en particular despidieron este domingo a José Antonio Reyes. El estadio Sánchez-Pizjuán, donde tantas alegrías dio el utrerano a su afición, sirvió de improvisada capilla ardiente para que más de 11.000 personas dieran su último adiós al futbolista.
Entre ellas, excompañeros como el capitán del Real Madrid Sergio Ramos, que habló de "uno de los momentos más tristes para todo el sevillismo y para todos los que eramos amigos de José. Son las sorpresas que te da la vida que son prácticamente insuperables".
Además de Reyes, su primo Jonathan también murió en el accidente mientras que el tercer pasajero, otro primo, permanece estable en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla con quemaduras en el 65% de su cuerpo.
Según la investigación policial, el coche iba a una velocidad de 237 kilómetros por hora y habría sufrido el reventón de una de sus ruedas, haciendo imposible el control del vehículo.
Entre las voces críticas con lo ocurrido destacó la del exfutbolista Santiago Cañizares, que lamentaba vía twitter que el fallecido estuviera recibiendo homenajes después de haber conducido de manera imprudente y provocando la muerte de otra persona.
Reyes fue enterrado este lunes en Utrera.