Más de 130 países televisarán un torneo con números récord de asistencia y ganancias. Estados Unidos parte de nuevo como la gran favorita.
Arranca el Mundial femenino de fútbol más importante de la historia. Un mes de competición y 24 selecciones que demostrarán el enorme crecimiento que ha experimentado la modalidad en los últimos cuatro años, desde el campeonato celebrado en Canadá. Algunas cosas, no obstante, siguen sin cambiar:
"Creo que es injusto que a las mujeres no se les pague lo mismo cuando están haciendo la misma actividad, especialmente el mismo deporte", dice a Euronews una ciudadana parisina. "La desigualdad en los salarios es totalmente injusta porque ya no estamos en el siglo XIX, es 2019, y hemos de tratar a todo el mundo por igual, especialmente si están haciendo el mismo trabajo".
Un Mundial de números récord
Se espera que la octava edición del Mundial femenino se emita en más de 130 países con una audiencia acumulada de 1000 millones de espectadores. Las grandes compañías se han sumado sin dudarlo al patrocinio de un torneo que cada vez está más cerca del celebrado por los hombres.
"Cada vez hay más interés por parte de los medios de comunicación en el fútbol femenino", dice otra mujer, "ya que esta temporada los partidos cuentan con una amplia cobertura. Hay una gran expectación en torno al fútbol femenino, así que sería bueno traer a casa la copa para que este interés continúe".
Hasta ahora, se han vendido aproximadamente 950.000 entradas, y este número podría aumentar rápidamente con más aficionados que probablemente se unan a esta fiesta de un mes de duración una vez la competición esté en marcha. La vigente campeona, Estados Unidos, y la anfitriona, Francia, son las favoritas, pero como en cualquier gran torneo habrá algunos disgustos, mucho drama y un sinfín de aficionados sentados al borde sus asientos.