¿Por qué galvanizamos el metal?

En colaboración con The European Commission
¿Por qué galvanizamos el metal?
Por Jeremy Wilks
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Hablamos con el experto italiano Alberto Di Cristafolo de Tecnozinco para nuestro reportaje "Futuris" sobre el proyecto ReWaCEM

Hay metal galvanizado a todo nuestro alrededor, con sus propiedades únicas usadas en marcos de acero para edificios y vehículos, puertas y cercas, y muchos dispositivos para el hogar como lavadoras. El proceso consiste en limpiar el acero de toda la corrosión, sumergirlo en ácido clorhídrico en un proceso conocido como "decapado", y luego sumergir toda la pieza de metal en un baño de zinc fundido.

El papel del zinc es ser una especie de barrera para evitar que el acero se oxide. El metal galvanizado adquiere su característico color gris opaco con el paso del tiempo, ya que el recubrimiento de zinc reacciona con el oxígeno de la atmósfera para crear óxido de zinc blanco grisáceo. El recubrimiento de zinc no es como la pintura, sino que se convierte en parte del acero, formando una capa superior del material de unos pocos micrones de espesor. A medida que la capa de zinc se corroe, el acero interior permanece intacto y continúa desempeñando su función estructural.

Hablamos con el experto italiano Alberto Di Cristafalo de Tecnozinco para nuestro reportaje "Futuris" sobre el proyecto ReWaCEM dedicado a conocer cómo se galvaniza el metal y por qué este proceso es importante. El equipo ReWaCEM, financiado por la UE, está desarrollando y probando tecnología para renovar el ácido de los baños de ácido y recuperar recursos valiosos como los metales disueltos en el líquido.

"La corrosión degrada el sustrato de acero. El óxido de hierro elimina el material de la pieza de hierro, destruyéndola a largo plazo. El galvanizado en caliente proporciona una aleación que protege el producto y prolonga su vida útil. De esta manera, la aleación puede tener un efecto químico de protección como ánodo de sacrificio, asegurando que el zinc se oxide antes: es un efecto barrera, eliminando el elemento oxidante del aire del sustrato de hierro. De esta manera se prolonga la vida útil de los productos y cuando el recubrimiento se degrada, el producto sigue intacto", explica Di Cristofalo.

Fuentes adicionales • Lucía Riera (versión en español)

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