El arte contemporáneo africano pisa fuerte y deja su huella en la mundialización artística actual. La búsqueda de la identidad sigue siendo un tema clave
Durante muchísimo tiempo toda forma artística procedente de África iba acompañada del adjetivo "exótica" o "tribal". Pero el arte contemporáneo africano hace ya tiempo que dejó atrás el colonialismo y las utopías de los años 70. Hoy el arte africano deja su impronta y los artistas angoleños, forman parte de la misma
PUBLICIDADPaula Nascimento forma parte de la escena artística a nivel internacional. Fue responsable del pabellón de Angola que ganó el león de otro en la bienal de Venecia en 2013. Visitamos una de sus galerías favoritas en Luanda. Esta arquitecta y especialista en arte define Angola como "una escena joven, vibrante... Hay pintores, fotógrafos, videoartistas y se emplean todo tipo de soportes y medios. Hay performances. Es un crisol de ideas."
Uno de los artistas contemporáneos angoleños más en boga es António Ole, pionero del arte contemporáneo. Ole está preparando una retrospectiva del último medio siglo. La independencia de Angola data de mediados de los setenta. El colonialismo marcó a todos los jóvenes artistas del continente. António Ole reconoce que los artistas están "muy conectados con la idea de la opresión en el pasado. A cuenta del colonialismo hubo una cerrazón cultural. Y el proceso de restauración de nuestra identidad, llevó tiempo", asegura.
La historia no se olvida, sigue estando presente en el arte. Pero este continente está inmerso en la mundialización artística y el arte africano se reconoce: en su contemporaneidad, en el fondo y en la forma,. Según Ole, "durante años, nadie se interesaba por el arte africano, pero de repente en las últimas décadas estamos ocupando aquel espacio vacio y nos respetan mucho más que antes".
Hoy wn día, los artistas angoleños viven y trabajan en todo el mundo. Lo cual influye en su obra y al mismo tiempo contibuye a modificar la percepción que se tiene de África, fuera de ella. También ocurre que artistas con raices africanas se trasladen a su continente de origen para trabajar en él. Es el caso de Ayana V. Jackson, una fotógrafa estadounidense con una beca en Luanda. Se hizo famosa por sus trabajos sobre la identidad afroamericana.
"Siemprw pensamos en África como en algo tradicional, como si estuviera anclada en el pasado, especialmente en lo que respecta al arte. Hasta que vine aquí y me dí cuenta de que está en la misma red mundializadora que cualquier otro lugar del mundo", declara Jackson. Está trabajando, junto a otros artistas, en un proyecto propio en el que se inspira de las mujeres africanas y de los mitos, para "reencarnarse" . Cree que Luanda es una ciudad artística por excelencia. "Quería descrubrir lo que estaba pasando aquí y me encontré con una escena vibrante, con un montón de artistas. Están aquí y son fantásticos", dice.
El arte contemporaneo en África representa la vanguardia e inspira al resto del mundo. Es lo que defiende Paula Nascimento cuando aforma que "es un movimiento que está teniendo lugar ahora, y creo que es casi como una marca registrada.... El mundo del arte es global y formamos parte de él.