Ni el Brexit ni la competencia de los destinos baratos... Los nubarrones no oscurecen las perspectivas del sector turístico español en un posible año de récords, según el Presidente de la Asociación Española de Profesionales del Turismo, Santiago Aguilar.
PUBLICIDADApenas ha echado a andar el verano y con él el periodo más importante para el turismo, uno de los pilares de la economía española. Tras varios años batiendo récords de ingresos y de frecuentación aparecen algunos nubarrones en el horizonte del sector. ¿Hay razones para alarmarse? Para saberlo hemos hablado con Santiago Aguilar, presidente de la Asociación Española de Profesionales del Turismo:
"Nos enfrentamos al resurgimiento de nuestros principales mercados competidores, como es Turquía, Egipto o Túnez, que nos han estado, digamos, prestando turistas estos últimos años. De todas formas, aunque se están recuperando los destinos rivales los indicadores nos señalan que no lo estamos haciendo tan mal porque seguimos manteniendo nuestras cifras a pesar de que nuestros competidores están creciendo", explica.
¿Qué rival nos da más miedo?
"Ninguno, ninguno. Si hacemos las cosas bien no nos tenemos que preocupar. Algunas empresas españolas están preocupándose y han puesto en marcha estrategias de precio para luchar con estos países, que son más baratos que nosotros y tienen mucho atractivo para el turismo. Algunos tienen una buena planta hotelera para atender a los visitantes, pero nosotros estamos preparados para hacerles frente. Si reforzamos esa estrategia de calidad no tenemos por qué preocuparnos excesivamente, aunque, evidentemente, siempre hay que vigilar lo que hace la competencia", dice Aguilar.
El impacto del Brexit
En 2017, España acogió a casi 82 millones de turistas, lo que la situó como el segundo país más visitado del mundo justo después de Francia (86,9 millones) y por delante de Estados Unidos, China e Italia. En 2018, superó los 82 millones de visitantes. Buena parte de esos turistas, 18,5 millones, procedían del Reino Unido. El retraso del Brexit hasta el próximo 31 de octubre ayudará a España a mantenerse en esos parámetros, pero ¿qué pasará después?
"Evidentemente, el Brexit, y sobre todo si es un Brexit traumático, va a afectar mucho al bolsillo del turista británico y a sus posibilidades de movimiento, pero por todo el mundo. Nos debemos preocupar, quizás más, por el turismo residencial. Por qué va a pasar con todos esos británicos que tienen una residencia en España. Me consta o nos consta a todos que los gobiernos están trabajando para que esto no afecte en absoluto a las necesidades de este tipo de ciudadanos".
Importancia económica
El peso económico del turismo en España es enorme. El año pasado aportó 178.000 millones de euros, a la economía nacional, lo que representa un 11,8% del Producto Interior Bruto, y generó 2,3 millones de puestos de trabajo. Las previsiones de la Universidad de Nebrija es que este año suba en una décima su aportación el PIB. Hay quien dice que el modelo español está agotado, ¿Hay vida para el sector más allá del sol y la playa?
"Tenemos destinos urbanos fabulosos, con una gran oferta cultural, con una gran oferta gastronómica, y que son destinos por los que yo creo que hay que apostar, hay que reforzar su promoción, la calidad en ellos, porque son los que van a contribuir a la desestacionalización de nuestra demanda, que es fundamental para tener un turismo de calidad, no solo en cuanto a la prestación de servicios, sino también en cuanto a calidad interior, es decir, que ofrezca un empleo estable y de calidad y que ofrezca una redistribución de la renta, que, al fin y al cabo, es una de las labores principales del turismo", sentencia Aguilar.
Turismo de calidad
Se habla mucho de fomentar el turismo de calidad ¿Qué pasos concretos se han dado en este sentido?
"Se ha invertido en la mejora de las plazas hoteleras y de las infraestructuras públicas y se nota. Es muy notable la apertura de grandes hoteles, tanto de cadenas nacionales como, por fin, la inversión decidida de grandes cadenas internacionales que antes tenían escasa presencia y en puntos muy concretos de nuestra geografía, por ejemplo en Madrid, se vive la apertura de cadenas que hasta ahora no estaban representadas y que yo creo que es una clara apuesta de un producto de alta calidad porque saben que están invirtiendo en un destino de alta calidad".
Formación y prestigio social
"Algunos actores han invertido en la formación y la profesionalización de los que nos dedicamos al turismo y aquí... Ojo, que no se entienda mal lo que estoy diciendo, tenemos profesionales de calidad, tenemos empresas dispuestas a contratar a profesionales de gran formación y que apuestan por su formación continua, pero, sobre todo, desde el punto de vista de las autoridades y del entramado social, hay que dar el suficiente prestigio a la profesión turística. Llevamos más de 50 años aportando gran parte de los ingresos que tenemos en España, pero el profesional del turismo todavía no está suficientemente reconocido por la sociedad en cuanto al prestigio de sus estudios y la valoración social de la dedicación", reivindica.