Esta mañana, Donald Tusk defendía la designación de von der Leyen y ha pedido a los eurodiputados que aprueben su candidatura a la presidencia. Además, desviaba el debate hacia la inclusión de mujeres en los altos cargos, pues por primera vez se ha conseguido paridad en los "top jobs" europeos.
PUBLICIDADLa elección de la candidata a presidir la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha levantado ampollas entre dos de las principales instituciones de la Unión Europea (UE): el Consejo Europeo, formado por los jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros, presidido por Donald Tusk, y el Parlamento Europeo, que en un principio tenía la potestad de elegir al candidato a través del sistema del "spitzekandidat".
Esta mañana, Donald Tusk defendía la designación de von der Leyen y ha pedido a los eurodiputados que aprueben su candidatura a la presidencia. Además, desviaba el debate hacia la inclusión de mujeres en los altos cargos, pues por primera vez se ha conseguido paridad en los "top jobs" europeos.
"Me siento feliz y orgulloso de que hayamos logrado un equilibrio perfecto entre hombres y mujeres en los puestos de mayor responsabilidad, se trata de un cambio muy positivo. Europa no sólo habla de mujeres, sino que elige a las mujeres. Y espero esto también inspire al Parlamento Europeo en sus decisiones", ha declarado Tusk.
Sin embargo, muchos eurodiputados no están contentos con la elección de von der Leyen "a la vieja usanza", es decir, con negociaciones del Consejo de Europa a espaldas del Parlamento Europeo. El europarlamentario popular, Esteban González Pons, se ha mostrado particularmente crítico con la actuación de los gobiernos que han participado en las negociaciones de los altos cargos y ha afirmado que estos "no tienen derecho a ignorar a todos los candidatos que han votado los ciudadanos de la Unión Europea".
“Han pretendido decirle al Parlamento Europeo a quién tiene que elegir de presidente y cómo han de repartirse los grupos la presidencia”, ha añadido Pons.
¿Ha fracasado el "spitzekandidat"?
Según el sistema del "spitzekandidat", el más alto cargo de la Comisión Europea debía ser el cabeza de lista (en algunos casos cabezas, pues tanto ALDE como Los Verdes presentaron más de un candidato) de las familias políticas europeas. Estos candidatos eran comunes para todos los países europeos.
Por otra parte, se intentó movilizar a la ciudadanía a votar en las elecciones europeas a partir de este nuevo proceso. Se organizaron debates entre los candidatos, se propusieron programas: fue una campaña electoral en toda regla, al estilo de las campañas nacionales.
El proceso del "spitzekandidat" fue implantado en las elecciones europeas de 2014, para dar una imagen más democrática al funcionamiento de la Unión Europea, acusada con frecuencia de estar gobernada por burócratas y tecnócratas. Mediante este procedimiento, el Parlamento Europeo tendría un rol mucho más importante a la hora de determinar el poder ejecutivo de la UE, es decir, la Comisión Europea.
Pero la candidata propuesta por el Consejo, Ursula von der Leyen, no se encontraba entre los candidatos presentados, pues ni si quiera concurría en las listas nacionales alemanas.
Tras esta decisión, podría considerarse que el recién estrenado sistema de designación de altos cargos ha sido dejado de lado por los principales gobiernos de la Unión Europea, que han preferido volver a negociar los "top jobs" de acuerdo a sus intereses.
Dídac Gutiérrez-Peris, analista político y profesor en Science Po, opina que el "spitzekandidat" podría no estar totalmente acabado. "Es un golpe muy duro para el proceso, pero hay que ver qué pasa en los próximos días y también en los próximos años".
La nominación de la candidata alemana abre una serie de interrogantes. El Parlamento Europeo podría no aceptar la candidatura de von der Leyen y mantenerse en la posición del "spitzekandidat". "El Parlamento Europeo sigue teniendo un poder muy importante para decidir el candidato a la presidencia, como establece el Tratado de Lisboa", explica Gutiérrez-Peris
Por otra parte este escenario no parece el más previsible, pues incluso eurodiputados como Esteban González Pons, quien ha cargado duramente contra Tusk y la actuación de los gobiernos del Consejo Europeo, ha afirmado esta mañana que dará su apoyo a la candidata propuesta, Ursula von der Leyen.
¿Una alternativa al "spitzekandidat"?
El Consejo Europeo se resiste a aceptar el "spitzekandidat". Por una parte, supondría delegar en el Parlamento Europeo un poder que había tenido hasta ahora el Consejo. "Hay una clara batalla institucional entre los dos órganos", aclara Gutiérrez-Peris.
En el Consejo, los países con un peso político mayor también han tenido una mayor capacidad de decisión tradicionalmente. Sin embargo, el profesor Gutiérrez-Peris matiza este poder. "El grupo de Visegrado se opuso frontalmente a Timmermans. Macron, por su parte, ha conseguido imponer la elección de una candidata que no se encontraba sobre la mesa. Es un reparto de poder bastante equilibrado", explica.
Por otra parte, Emmanuel Macron ha declarado que no es posible poner en práctica un sistema de este tipo sin tener listas trasnacionales, es decir, la misma lista para todos los países miembros. Macron considera que sin estas listas el proceso del "spitzekandidat" no es legítimo ni válido.
Las alternativas democráticas al "spitzekandidat" son difícilmente imaginables a día de hoy. "Se puede mejorar este proceso con un programa común más claro para todos los países, sin programas nacionales particulares. Los candidatos podrían viajar a todos los estados durante la campaña electoral", ha declarado Gutiérrez-Peris
Queda la duda de si en cinco años este proceso volverá aparecer. En su primera reunión, von der Leyer ha propuesto un sistema de "spitzekandidat" para 2024, consciente de que hay que reformar el procedimiento.
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