Más de 16.500 personas han tenido que abandonar sus hogares en Fráncfort este domingo tras el hallazgo, 74 años después del fin de la II Guerra Mundial, de una bomba estadounidense sin detonar de más de 500 kilos.
Más de 16.500 personas han tenido que abandonar sus hogares en Fráncfort este domingo tras el hallazgo, 74 años después del fin de la II Guerra Mundial, de una bomba estadounidense sin detonar de más de 500 kilos.
El hallazgo ha provocado retrasos en el metro y el aeropuerto y ha llevado, incluso a acordonar la sede del Banco Central Europeo (BCE) y el zoológico de la ciudad. También se han evacuado varios hospitales para llevar a cabo las labores de desactivación, una tarea que consiste en la extracción remota del fusible que detonaría la bomba.
Los servicios de bomberos de Fráncfort están bien instruidos en operaciones de este tipo. En septiembre de 2017, 65.000 residentes tuvieron que ser evacuados para poder eliminar una bomba británica más de tonelada y media.