París le declara la guerra a los autobuses turísticos

París le declara la guerra a los autobuses turísticos
Derechos de autor  REUTERS/Charles Platiau
Por Diego Martínez Montero

La capital francesa considera que los autocares contaminan y obstruyen la circulación.

Pronto esta imagen de un bus turístico podría dejar de verse en las calles de París. Al menos esa es la intención del ayuntamiento.

Las autoridades intentan luchar contra la contaminación y responder así a las quejas de los ciudadanos por las molestias causadas por el turismo de masas.

"Estos autobuses son vehículos diesel, por lo que al igual que el resto serán prohibidos en París antes del 2024. Así será. Además tienen mucho que ver con los atascos. Ocupan espacio, obstruyen las carreteras, a veces se estacionan de manera indisciplinada... tienen parte de la culpa de que haya retenciones", afirma Jean-Francois Martins, responsable de Turismo del Ayuntamiento de París.

Una ciudad turística

En París hay abundancia de autobuses de dos pisos que llevan a los turistas a los principales monumentos, así como de autocares internacionales que transportan a grupos organizados. La capital francesa les ha declarado la guerra y quiere animar a los turistas a visitar el centro a pie, en bicicleta o en transporte público.

París es una de las ciudades del mundo que atrae a más viajeros. El pasado 2018 batió su propio récord, con más de 50 millones de visitantes.

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