Subida del salario mínimo, bajada de impuestos y la congelación de los precios de la gasolina se incluyen entre las medidas económicas urgentes
El presidente argentino, Mauricio Macri, da un primer paso para calmar la intranquilidad política y anuncia una batería de medidas sociales para contrarrestar la severa derrota electoral que sufrió el pasado domingo y que llevó al traste a los mercados.
Las medidas anunciadas, tildadas de electoralistas, tendrán impacto en 17 millones de trabajadores e incluirá una reforma del salario mínimo y bajadas de impuestos.
Lo importante ahora es que no cunda el pánico:
"Ahora, durante estos primeros días, tenemos que estar tranquilos. No deberíamos subir nuestros precios, teniendo en cuenta el poder adquisitivo de la población. Trataremos de mantener nuestros precios sin grandes aumentos para que la gente pueda seguir comprando. Esa es mi idea ", asegura Daniel Pesek, propietario de una tienda de regalos en Buenos Aires.
El Gobierno argentino congelará los precios de la gasolina durante 90 días, aumentará el importe de las becas de estudio, y dará un bono extra a los funcionarios. Medidas todas ellas de urgencia con las que Macri intenta compensar la devaluación y los niveles de inflación que se conocerán en un futuro cercano:
"Desde ahora y hasta octubre coexistiremos con la inestabilidad y la volatilidad financiera que hemos presenciado en los últimos dos días. Desde ahora hasta las elecciones habrá inestabilidad debido al escenario incierto de las elecciones generales. Supongamos que los resultados del domingo pasado se repiten y Alberto Fernández ( candidato peronista a la presidencia) es elegido presidente. De octubre a diciembre tendremos que enfrentarnos a la inestabilidad común de la transición entre los dos gobiernos, que además tienen dos ideas muy diferentes de qué hacer con el país", opina Matías Carugati, economista jefe de Management & Fit
Los mercados de momento parecen haber perdido la confianza en Macri y en sus posibilidades de lograr la reelección. En el el día del anuncio, el peso seguía su caída, la bolsa de Buenos Aires volvía a los números rojos y el riesgo país se situó en los niveles más altos de la última década ( 1.946 puntos).