Japón se colgó las dos medallas de oro de la segunda jornada del Campeonato Mundial de Judo que se celebra del 25 al 31 de Agosto en el Nippon Budokan de Tokio.
Segunda jornada del Campeonato Mundial de Judo en Tokio, Japón. El público del Nippon Budokan presenció una actuación tradicional de Budo que preparó el ambiente para lo que estaba por llegar en la tierra natal del judo.
Uta Abe puso en pie al pabellón y se convirtió en nuestra mujer del día. La japonesa hizo que pareciera fácil llegar a la semifinal y le dio a los aficionados lo que estaban esperando.
Abe se impuso en la técnica de oro a la joven kosovar de 18 años y actual campeona olímpica Majlinda Kelmendi en un combate ajustado que la llevó a la final para defender su título mundial de 2018.
En la final Abe se enfrentaría con la rusa Natalia Kuziutina. La japonesa sólo necesitó 30 segundos para derrotar a su oponente y hacerse con su segundo título mundial frente a un público eufórico.
Le entregó la medalla el ministro de la oficina del Primer Ministro de Hungría, Gergely Gulyás.
Nuestro hombre del día fue Joshiro Maruyama, que le dió a Japón mucho más por lo que emocionarse.
Tras dar una clase maestra de uchi mata en su camino a la semifinal, Maruyama se enfrentaría al hermano de Uta Abe, Hifumi Abe.
Después de un impresionante combate, sería Maruyama el que se hiciese con la victoria.
Casi en el cuarto minuto de la técnica de oro Maruyama ejecutó una técnica de sacrificio para puntuar waza ari y derrotar al que era actual campeón mundial. Maruyama no sólo se reservaba una plaza para la final y casi btener un lugar en el equipo olímpico sino que finalizó con el reinado de los hermanos Abe.
En la final Maruyama se encontró al coreano Limhwan Kim. Un uchi mata para puntuar waza ari seguido de un koshi guruma para ippon le dio al japonés su primer título mundial.
Gianni Merlo, presidente de la Asociación Internacional de Prensa Deportiva le colgó a Maruyama su medalla.
En judo todo puede suceder y buena prueba de ello fue un espectacular movimiento del día que nos regaló la judoca tailandesa Kachakorn Warasiha.