Ecuador rechaza despenalizar el aborto en caso de violación. A las puertas del Parlamento, cientos de mujeres expresaron su enfado y frustración ante una decisión que, en su opinión, impone la tortura a las mujeres y niñas víctimas de violaciones
La frustración y el enfado estallaron este martes en ante el Parlamento de Ecuador en Quito, después de que los diputados votaran en contra de despenalizar el aborto en casos de violación.
El debate concentró a manifestantes a favor y en contra a las puertas del Legislativo. Tras conocerse el resultado, decenas de mujeres expresaron su indignación con gritos y cánticos ante el cordón policial que rodeaba el edificio. En su opinión, la ley en Ecuador es una forma de tortura institucional contra las víctimas de violaciones.
"Las niñas y las mujeres víctimas de violencia sexual son torturadas sistemáticamente en este país, forzadas a maternidades que no desean", asegura una manifestante.
La propuesta rechazada también contemplaba que las mujeres pudiera interrumpir su embarazao en casos de estupro, malformación del feto e incesto.
En Ecuador, el aborto, que solo es legal cuando peligra la vida de la madre, es castigado con penas de hasta tres años de cárcel para quien lo practique y de hasta dos para las mujeres que recurran a él.
Según datos oficiales, más 20.000 niñas menores de 14 años han dado a luz en Ecuador en la última década, en la inmesna mayoría de los casos, tras ser víctimas de violaciones en el entorno familiar, en la escuela o en su comunidad religiosa.