Las autoridades de la región francesa de Normandía puso en cuarentena la producción de lácteos después del incendio en la planta química de Lubrizol en Ruan, hasta que se realizaran nuevas investigaciones de campo. Decenas de agricultores han tenido que destruir su producción entera.
Las autoridades de la región francesa de Normandía puso en cuarentena la producción de lácteos después del incendio en la planta química de Lubrizol en Ruan, hasta que se realizaran nuevas investigaciones de campo. Decenas de agricultores han tenido que destruir su producción entera.
"Como productores de la Denominación de Origen Protegida (AOP, en sus siglas en francés), continuamos nuestra producción y la pusimos en cuarentena en nuestros locales secos. El problema es que seguimos trabajando, pero no podemos vender, así que tenemos unos 35 milquesos en la bodega que se están dañando. Tenemos que seguir pagando a nuestro personal y seguir trabajando durante 15 días sin saber lo que pasará", explicó Charlie Alleaume, uno de los cientos de productores de queso afectados.
Aunque las restricciones fueron levantadas este martes. El incendio ocurrido el 26 de septiembre afectó a 3 mil agricultores, lo que se traduce en pérdidas de entre 40 y 50 millones de euros. Una cantidad que debe ser cubierta por un fondo especial que la Sociedad Lubrizol prometió crear.
Pero en la ciudad de Ruan, otras empresas también afirman haber sido afectadas y que el fondo no será suficiente.
Las investigaciones siguen buscando cómo una catástrofe de este tipo fue posible a pesar de la fuerte vigilancia y seguridad
de la directiva europea Seveso. Esta junta fue creada después del desastre ecológico en 1976 en la ciudad italiana de Seveso tras un gran accidente industrial en la zona. Esta semana, las autoridades ofrecerán nuevas revelaciones sobre el origen del incendio.