El italiano se despidió este jueves del Banco Central Europeo.
Sin recortes de los tipos, nuevas medidas ni anuncios. Esta reunión del Banco Central Europeo tenía un orden del día diferente, al menos de manera extraoficial. Era la última de su presidente Mario Draghi.
Visiblemente de buen humor, el italiano dio su valoración final sobre el estado de la economía de la Zona Euro:
"Esta ralentización del crecimiento refleja principalmente la persistente debilidad del comercio internacional en un entorno de incertidumbres mundiales, que siguen pesando sobre el sector manufacturero de la zona del euro y están frenando el crecimiento de la inversión".
Draghi tuvo que responder a preguntas de tipo personal, entre ellas la recurrida de si se convertirá en el próximo Presidente de Italia...
"En cuanto a lo que voy a hacer a continuación, como dije ntes, mejor pregúntenle a mi esposa, ella creo que lo sabe mejor".
Es el fin de una era. El próximo jueves, Mario Draghi dejará el puesto que ha ocupado en los últimos ocho años, cediendo el testigo a Christin Lagarde.