Las últimas previsiones de la OCDE mantienen las perspectivas de crecimiento económico mundial más bajas desde la crisis. Anima a los Gobiernos a buscar inversiones y enfrentarse a retos como el cambio climático o la digitalización de sus economías.
El crecimiento de la economía mundial es lento, y seguirá lento.
Las últimas previsiones de la OCDE publicadas este jueves rebajan una décima su cálculo para el año que viene, que repite el 2,9% de 2019 -el más bajo desde la crisis- lejos del 3,5% que se calculaba hace un año.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señala que el comercio mundial continúa excepcionalmente débil. El crecimiento comercial que incluye bienes y servicios está estancado en las cifras de finales de 2018 y permanece frenado desde entonces.
Estados Unidos, solo un 2%
Las previsiones para la economía estadounidense se han bajado una décima para este año y permanecen sin cambios para 2020 y 2021, un dos por ciento, casi un punto porcentual menos que el año pasado.
Los retos no asumidos por los Gobiernos
La OCDE culpa a los Gobiernos de no hacer frente a desafíos globales como el cambio climático, la digitalización de sus economías, las barreras comerciales o la inestabilidad geopolítica.
Las perspectivas para la zona euro son alarmantemente modestas. Aunque aumentan una décima para este año y el que viene. Para 2020 son de solo un 1,1 por ciento.
Las previsiones de España, también a la baja
Por lo que respecta a España, el organismo rebaja las previsiones para este año dos décimas y las deja en un 2% y tres décimas para 2020, hasta el 1,6%. Su estimación es algo más pesimista que la del Gobierno en funciones, que confía en mantener el 2,1 % este año y llegar 1,7% en 2020.
La OCDE también ha advertido que el relanzamiento de la compra de bonos en el Banco Central Europeo tendría un efecto limitado si la eurozona no consigue impulsar la inversión.