Los buques solo podrán seguir utilizando fuelóleo pesado en aguas territoriales islandesas si utilizan un dispositivo de purificación adecuado para reducir la liberación de dióxido de azufre.
Islandia es uno de los destinos más populares entre los pasajeros de cruceros. Pero los catastróficos efectos que este tipo de transporte turístico tiene en la isla y sus paisajes vírgenes ha llevado al país a tomar medidas radicales: a partir del 1 de enero de 2020, se prohibirá el uso de fuelóleo pesado en sus aguas territoriales.
Se trata de una iniciativa pionera que será adoptada esta semana por el ministerio de Medio Ambiente. Los buques solo podrán seguir utilizando fuelóleo pesado en aguas territoriales islandesas si utilizan un dispositivo de purificación adecuado para reducir la liberación de dióxido de azufre. A partir del 1 de enero, el contenido de azufre de los combustibles para uso marítimo no puede superar el 0,1 %, cuando actualmente es del 3,5 %.
El ministro islandés de Medio Ambiente, Gudmundur Ingi Gudbrandsson, asegura que habrá tiempo para adaptarse a las nuevas disposiciones: "Por supuesto, -afirma- que pueden usar petróleo hasta que otras formas de fuentes de energía tomen el relevo, cosa que espero que ocurra pronto, pero el fuelóleo pesado es la forma más contaminante que se utiliza hoy en día y, por lo tanto, es extremadamente importante eliminarlo de nuestros sistemas".
Aunque Islandia es el primer país que adopta esta medida, ya existen prohibiciones regionales, por ejemplo en los fiordos noruegos. El fuelóleo pesado es uno de los combustibles más sucios del mundo: se trata del residuo sobrante del proceso de refinado del petróleo y resulta extremadamente viscoso, de modo que a bajas temperaturas como la de las aguas árticas, resulta casi imposible de limpiar. Durante su combustión libera grandes cantidades de sulfuro, nitrógeno, metales o carbono negro. Sustancias perjudiciales para la salud humana y que además, aceleran el deshielo de los glaciares.