Decenas de miles de franceses salen a la calle para protestar contra la reforma de las pensiones. Esta jornada de huelga general es el inicio de un pulso con el Gobierno, que no se sabe cuanto puede durar.
Decenas de miles de franceses salen a la calle contra la reforma de las pensiones. Esta jornada de huelga general es el inicio de un pulso con el Gobierno, que no se sabe cuanto puede durar. En toda Francia hay previstas 245 manifestaciones.
En París han sido movilizados 6.000 policías y gendarmes en previsión de posibles disturbios.
El paro afecta a los transportes, la sanidad, la justicia, la recogida de basuras, la educación... Un 51% del profesorado de primaria y un 42% del de secundaria secundan la huelga, según el Ministerio de Educación, cifras muy alejadas del 70%, anunciado por los sindicatos.
En la compañía nacional de ferrocarriles, casi el 86% de los conductores y el 73% de los revisores secundan el paro. De media, el 55% de los empleados de la SNCF están en huelga.
Siete de las ocho refinerías francesas no han abierto sus puertas este jueves, lo que hace temer que pueda haber escasez de combustible si el movimiento de protesta se prolonga.