Con su Gobierno pendiendo de un hilo, el recién reelecto primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, debe hacer concesiones para evitar una moción de censura esta semana.
El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha propuesto este martes suspender el controvertido plan para elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años, en un intento por evitar que su frágil Gobierno minoritario sea derrocado de inmediato. En un discurso ante la Asamblea Nacional, Lecornu anunció que la ley, una de las políticas emblemáticas del presidente Emmanuel Macron, quedará en suspenso hasta después de las elecciones presidenciales de 2027.
El primer ministro enfrenta dos mociones de censura presentadas por los partidos de extrema izquierda Francia Insumisa (LFI) y de extrema derecha Agrupación Nacional (RN). Aunque ambos carecen de los escaños necesarios para derrocar por sí solos al Ejecutivo, Lecornu podría perder el poder rápidamente si el Partido Socialista (PS), que exige la derogación de la reforma, decide unir fuerzas con ellos.
Antes del anuncio, Lecornu se reunió con su Gabinete para discutir el presupuesto de 2026, que debe aprobarse antes de fin de año. Con su Gobierno pendiendo de un hilo, el recién reelegido primer ministro se ve obligado a hacer concesiones a la oposición para evitar una moción de censura a finales de esta semana, mientras el país intenta poner fin a una prolongada crisis política.
Tanto la izquierda como la derecha han criticado la decisión de Macron de volver a nombrar a Lecornu, el cuarto primer ministro francés en apenas un año. A menos de dos años de las próximas elecciones presidenciales, Agrupación Nacional insta al presidente a convocar nuevas elecciones legislativas anticipadas, mientras que Francia Insumisa exige directamente su dimisión.
La controvertida reforma de las pensiones divide las aguas
La reforma de las pensiones, aprobada en 2023 sin votación parlamentaria, pese a las masivas protestas, eleva gradualmente la edad de jubilación de 62 a 64 años. La oposición pide su anulación definitiva.
El Partido Socialista ha exigido formalmente la derogación de la ley, y quienes abogan por su suspensión han ganado un aliado de peso: el economista y premio Nobel Philippe Aghion, quien declaró a la cadena 'France 2' que el proyecto debería congelarse hasta las elecciones presidenciales.
"Creo que debemos detener el reloj hasta las presidenciales", dijo Aghion, argumentando que esta medida sería "una forma de calmar los ánimos" y que "no cuesta mucho pausarla". La reelección de Lecornu es vista por muchos como la última oportunidad de Macron para revitalizar su segundo mandato. Su bloque centrista carece de mayoría en la Asamblea Nacional y enfrenta crecientes tensiones internas.
La sorpresiva disolución del Parlamento ordenada por Macron el año pasado derivó en una Cámara sin mayoría clara y en una parálisis política prolongada. En los últimos meses, sucesivos gobiernos minoritarios se han derrumbado en rápida sucesión, dejando a Francia sumida en el estancamiento mientras lidia con una tasa de pobreza al alza, una crisis de deuda creciente y la preocupación de los mercados y de sus socios europeos.