Renombrado por el presidente Emmanuel Macron a última hora del viernes tras una semana de caos político, Lecornu hizo un llamamiento a la calma y al apoyo de los partidos políticos para elaborar un presupuesto para la segunda economía de la Unión Europea antes de los plazos inminentes.
El recién reelegido primer ministro de Francia dijo el sábado que no había ″muchos candidatos″ para su puesto y pidió un Gobierno libre de política partidista."Cumpliré con mi deber y no seré un problema", dijo, advirtiendo que su gabinete "no debe ser rehén de intereses partidistas".
El nombramiento de Lecornu, de 39 años, se considera la última oportunidad de Macron para revitalizar su segundo mandato, que concluirá en 2027. Su partido centrista carece de mayoría en la Asamblea Nacional, y se enfrenta a crecientes críticas incluso dentro de sus filas.
Los rivales critican la reelección de Lecornu
Mientras tanto, rivales de extrema derecha a extrema izquierda criticaron la decisión de Macron de volver a nombrar a Lecornu, el cuarto primer ministro de Francia en apenas un año.
El líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, Jordan Bardella, calificó el nuevo nombramiento de Lecornu de "broma de mal gusto" y declaró que intentaría de inmediato la destitución del nuevo gabinete.
Los Republicanos, por su parte, decidieron el sábado no participar en el Gobierno de Sébastien Lecornu, comprometiéndose únicamente a prestar "apoyo texto a texto" al ejecutivo, durante una reunión del buró político, órgano que reúne a las principales figuras del partido.
"El buró político afirma su apoyo al Gobierno, texto a texto", al tiempo que subraya que "en este momento, la confianza y las condiciones no están dadas para que Les Républicains participen en el Gobierno", indicó el partido en un comunicado.
Para los socialistas, el principal partido del Parlamento, "no hay acuerdo" con Lecornu. Los socialistas amenazaron con derrocar su Gobierno si no accedía a detener una reforma de las pensiones en 2023 que elevaría la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Francia se enfrenta a un reto económico
La crisis política se produce en un momento en que Francia se enfrenta a crecientes desafíos económicos y a una deuda desorbitada, y agrava sus problemas y hace saltar las alarmas en toda la Unión Europea.
Lecornu, que dimitió tras sólo un mes en el cargo, dijo que aceptó volver debido a la urgente necesidad de encontrar soluciones financieras para Francia. Pero dijo que sólo se quedaría mientras se cumplieran las condiciones y pareció reconocer el riesgo de que pudiera ser derrocado en una moción de censura por el fracturado Parlamento.
"O las fuerzas políticas me ayudan y nos acompañan... o no lo harán", dijo.
No quiso decir cuándo espera formar un nuevo Gobierno ni quién podría estar en él, pero ha dicho que no incluiría a nadie que aspire a las elecciones presidenciales de 2027. No se refirió a las exigencias de la oposición para que se derogue una polémica ley que eleva la edad de jubilación.
Los Gobiernos en minoría de Macron han caído en rápida sucesión durante el último año, poniendo a Francia en un estado de parálisis política mientras lidia con una creciente tasa de pobreza, un problema de deuda que ha alarmado a los mercados y a los aliados de la UE, y más.