La Asamblea Nacional ha votado este miércoles la suspensión de la principal reforma del segundo quinquenio de Emmanuel Macron. Los socialistas lo habían exigido a cambio de no realizar otra moción de censura contra el primer ministro. La medida pasa ahora al Senado.
Los diputados franceses han votado este miércoles suspender la ley estrella del segundo mandato de cinco años de Emmanuel Macron: su polémica reforma de las pensiones. De 505 diputados, solo 401 votaron: 255 a favor y 146 en contra, consiguiendo la mayoría absoluta para tumbarla.
Esta ha sido una victoria para los socialistas del PS, que pedían suspender la reforma de la edad legal de jubilación hasta enero de 2028 a cambio de no censurar -una vez más- al primer ministro, el reelegido Lecornu.
El aumento progresivo de la edad de jubilación de 62 a 64 años se adoptó en 2023, bajo el mandato de la ex primera ministra Elisabeth Borne. La enmienda adoptada por los diputados prevé aplazar la reforma hasta las elecciones presidenciales de 2027. En la práctica, esto significa que la generación de 1964 podrá jubilarse a los 62 años y nueve meses en lugar de a los 63, edad prevista por la reforma.
Según el Gobierno, suspender la reforma costará hasta 300 millones de euros en 2026 y 1.900 millones en 2027. Los diputados deben debatir ahora un aumento de la cotización social general (CSG) sobre las rentas del capital para financiar la suspensión de la reforma de las pensiones.
Los socialistas celebran su triunfo mientras la derecha critica la medida
Los socialistas se han felicitado por haber forzado la mano del Gobierno. "Se trata de una victoria para los 3,5 millones de franceses que podrán jubilarse antes", ha escrito el partido en redes.
Olivier Faure, primer secretario del PS, ha criticado a sus antiguos aliados de Francia Insumisa por votar en contra. "¿Es la suspensión una panacea?", se ha preguntado retóricamente. "La suspensión solo es válida hasta el 1 de enero de 2028. Pero ha caído un tótem macronista y el debate sobre nuestro sistema de pensiones estará en el centro de las próximas elecciones presidenciales", ha defendido el socialista, reconociendo que aún queda trabajo por hacer.
François Ruffin, diputado de Debout por Somme (ex LFI), también se ha alegrado tras la votación. "500.000 trabajadores se beneficiarán saliendo tres o seis meses antes", ha escrito, antes de publicar una larga publicación en la que explica por qué ha votado a favor de la suspensión. "Rascamos lo que podemos rascar ahora mismo para la gente", ha asegurado de forma pragmática.
Para Bruno Retailleau, antiguo ministro del Interior y presidente de los Republicanos (el partido de centroderecha en horas bajas tras el ascenso de la extrema derecha y los macronistas) la suspensión es una auténtica bofetada. "Estoy horrorizado por la cobardía del Gobierno, que acaba de sacrificar el futuro de nuestras jóvenes generaciones en el altar de su supervivencia política", ha escrito.
A su salida de la Asamblea Nacional, el ex primer ministro macronista Gabriel Attal ha considerado que esta votación equivale a "quitar un trozo de cinta de un sistema de pensiones que hace aguas por todas partes".
El texto pasa ahora al Senado, donde su presidente Gérard Larcher se ha comprometido a restablecer la reforma. En caso de que el texto sea enmendado por la Cámara Alta, o en comisión mixta, los diputados deberán debatir de nuevo el tema. Y, sea cual sea el resultado de la enmienda, si no se aprobara ninguna otra reforma después de las elecciones presidenciales de 2027, la reforma de Élisabeth Borne volvería a estar en vigor.