El difícil equilibrio entre producción, innovación y sostenibilidad alimentaria

El difícil equilibrio entre producción, innovación y sostenibilidad alimentaria
Por Olaf Bruns
Compartir esta noticia
Compartir esta noticiaClose Button
Copia/pega el link embed del vídeo de abajo:Copy to clipboardCopied

Fomentar los negocios y la innovación al mismo tiempo que se preserva la Madre Tierra es el objetivo del décimo Foro Internacional sobre Alimentación y Nutrición

PUBLICIDAD

La producción, distribución y consumo de alimentos, tal y como está organizada en la actualidad, supone una enorme carga para los recursos del planeta. Tratar de encontrar formas de hacer convivir los negocios y la innovación con el imperativo de preservar la madre tierra es el objetivo del Foro Internacional sobre Alimentación y Nutrición de este año en Milán.

Es el décimo año que el Centro Barilla para la Alimentación y la Nutrición organiza el Foro como una plataforma global para promover un cambio dramático en la mentalidad de todos los interesados, ya sean gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado o la investigación y la ciencia.

Vista la urgencia, la investigadora de la Fundación Barilla Ludovica Principato, realmente quiere que las cosas cambien, y que lo hagan ahora. "Este año, nos gustaría poner en valor esta gran palabra: ¡acción! Estamos hablando mucho de los problemas a los que nos enfrentamos en relación con la sostenibilidad de nuestro sistema alimentario, el problema del cambio climático relacionado con la alimentación y la agricultura, pero en lo que queremos centrarnos hoy es en la acción para el cambio. Crear un impacto. Y es por eso que hemos invitado a muchos oradores relevantes que pueden ayudarnos a encontrar soluciones concretas".

Como ejemplo de acción, Riccardo Valentini, quien, como miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático en 2007 ganó el Premio Nobel de la Paz, explica que "queremos ver si podemos convencer a la gente en el lugar donde comen, en los comedores de las oficinas, de que reduzcan su huella en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, y así pasar de dietas insostenibles a dietas más respetuosas con el clima".

Con un tercio de las emisiones de CO2 causadas por la producción de alimentos, el proyecto 'Su-Eatable Life' de la fundación Barilla tiene como objetivo cambiar las dietas a gran escala. Valentini, profesor de la Universidad de Tuscia, cree que éste "es un experimento social gigante, porque estamos involucrando a más de 10.000 personas".

Uno de los principales retos es convencer a las personas de cambiar sus hábitos. "Para nosotros, para los italianos, la comida es un momento muy importante en nuestras vidas. Pero exactamente por esta razón nos centramos en crear comunidades, tener gente comprometida, y es también un momento de felicidad, un momento de compartir algo en común. Por lo tanto, creemos firmemente en la parte social de la comida. También creemos firmemente en la creatividad de los chefs. Queremos que los chefs sean creativos. Creo que están haciendo muchas cosas, por ejemplo, con las verduras, que son realmente muy atractivas. Por lo tanto, soy muy optimista respecto a poder empezar una nueva forma de comer mejor y, al mismo tiempo, hacer cosas buenas por nuestro planeta", defiende Valentini.

El Foro también fue una oportunidad para discutir un informe sobre "La digitalización de los productos agroalimentarios", que busca explorar el potencial de las tecnologías digitales para hacer más sostenible la producción de alimentos.

Andrea Renda, del Centre for European Policy Studies, uno de los autores, explica lo que significa digitalizar la agroalimentación: "Consiste en colocar sensores en el suelo y que recopilen la información sobre cuándo y cómo se debe tratar el suelo, si la temperatura, la humedad, es correcta y, por lo tanto, uno puede ser mucho más quirúrgico al tratar el suelo. También implica sobrevolar el campo con un dron, tomar fotos y usar inteligencia artificial para entender qué frutos están maduros y cuáles no. También es atravesar el suelo para examinarlo y saber exactamente dónde rociar pesticida, en lugar de rociar todo el lugar".

Un proyecto que, asegura el investigador, se puede realizar ahora. "Les pongo un ejemplo: imaginen una pequeña comunidad de agricultores, que decide unir sus fuerzas y utilizar los aviones teledirigidos como un servicio, es decir: Puedo comprar media hora de drone a un precio muy pequeño que hará el servicio, enviar los datos, los datos serán procesados y tengo el resultado".

Muchos oradores hicieron un llamamiento a la responsabilidad de los consumidores y de la industria alimentaria. Pero cada vez más participantes están de acuerdo en que el cambio climático y la contaminación no pueden abordarse sin normas claras establecidas por el Estado o la Unión Europea.

Compartir esta noticia