La nueva directora Viengsay Valdés está incorporando nuevos maestros de baile que se encarguen de innovar dentro de la compañía sin perder la esencia clásica de la legendaria Alicia Alonso.
La famosa Compañía Nacional de Ballet de Cuba muestra una nueva cara, dos meses después de la muerte de la directora Alicia Alonso. Una más moderna: con nuevas coreografías, técnicas y estilos. Para ello la nueva directora, Viengsay Valdés, está incorporando nuevos maestros de baile que se encarguen de innovar dentro de la compañía sin perder la esencia clásica de la legendaria Alicia Alonso.
"Hay que trabajar muchísimo para mantener esa calidad técnica y artística de ese nombre que todos necesitamos seguir desarrollando y que siga sonando en el mundo", apunta la directora.
La compañía fue fundada en 1959, pero su repertorio anticuado y la falta de modernización con los años han contribuido a la fuga de muchos de sus mejores bailarines. Por eso, ahora Valdés se propone recuperar esa fuga de talentos para dar nuevas herramientas a las nuevas generaciones para que puedan volar en la danza.
"Es como si estuviéramos en el cielo bailando, los pasos son suaves. Es un sueño", destacan dos alumnas de la escuela.
Además, a los bailarines cubanos emigrados, se les llegó a prohibir el poder actuar en el país después de irse; pero en los últimos años, poco a poco han ido regresando para aparecer en los escenarios de La Habana.