Durante tres días, más de 8.000 mujeres marroquíes han llegado al Centro de Calificación Agrícola situado en la región de Kenitra, al norte de Marruecos, a unos 100 km de Rabat
Una por una los oficiales van llamando a las mujeres. Cientos de mujeres que vienen de zonas rurales pobres de Marruecos y llevan haciendo cola desde el amanecer para conseguir un pequeño trabajo.
La temporada de recogida de fresa en España es su oportunidad de llevar algo de dinero a sus familias.
"Quiero trabajar y con lo que gane voy a comprar una pequeña casa o empezar un negocio", cuenta una de las mujeres. "No tenemos adónde ir, así que buscaré una casa y daré a mis hijos una mejor educación con mi salario", explica otra mientras espera su turno.
Durante tres días, más de 8.000 mujeres marroquíes han llegado al Centro de Calificación Agrícola situado en la región de Kenitra, al norte de Marruecos, a unos 100 km de Rabat.
Unas 6.000 de ellas serán escogidas para el trabajo. Entre los requisitos de los empresarios están la edad, entre 25 y 45 años, la experiencia en recolección de fruta y tener al menos un un hijo en Marruecos, para asegurarse de que regresaran a su país.
Las jornaleras suelen ganar menos de 150 euros al mes. En muchos casos, son el único sustento de su familia, por lo que los 40 euros al día que reciben en España por una jornada de siete horas de trabajo, son una gran ayuda. Dependiendo de las necesidades, la temporada de cosecha suele durar hasta julio.