La OMS llama a cambiar la trayectoria de la pandemia y poner fín a las macabras estadísticas mientras que la ONU pide detener el virus y detener las guerras
La pandemia de coronavirus ha matado ya a más de 15.000 personas en todo el mundo y Europa es el continente más afectado con 9.000 fallecidos; más de la mitad, más de 5.500, en Italia; pero la península italiana ha ganado una batalla.
Este lunes, por segundo día consecutivo, el número de muertos diario ha bajado, contabilizándose 651 fallecidos, 142 menos que la jornada anterior, tras paralizarse toda la actividad productiva en el país y tras dos semanas de duro confinamiento para frenar el contagio.
España, el segundo país más afectado, registra ya más de 2.200 muertos. siendo este lunes un día aciago con más de 600 fallecidos y la Organización Mundial de la Salud quiere frenar estas macabras estadísticas.
Cambiar la trayectoria de la pandemia
Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud:" No somos prisioneros de los números. Podemos cambiar la trayectoria de esta pandemia. Los números importan porque no son sólo números. son personas cuyas vidas y familias han sido destrozadas".
Parar el virus y parar las guerras
El Secretario General de la ONU ha ido más allá subrayando, en una rueda de prensa virtual, que el mundo se enfrenta a un enemigo común, el COVID-19, pero destacó que los más vulnerables son los habitantes de los países en guerra.
António Guterres, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas: "Hago un llamamiento a un alto el fuego inmediato en todos los rincones del mundo. Es tiempo de poner fín a los conflictos armados y centrarnos en la verdadera lucha de nuestras vidas."
“A las partes beligerantes les digo : 'Cesen las hostilidades. Dejen de lado la desconfianza y la animosidad para llevar la esperanza a algunos de los lugares más vulnerables ante el Covid-19."
Actualmente hay decenas de conflictos activos en Africa y Oriente. Las guerras de Siria y Afganistán generan además miles de refugiados, hacinados en condiciones insalubres, lo que les convierte en víctimas propicias ante una pandemia.
Detener las guerras y detener el virus es un mismo combate.