Restaurantes, colegios, fábricas. Fluyen las ideas en todo el mundo para ayudar a quienes luchan en primera línea contra el coronavirus como el personal médico y de enfermería.
La solidaridad con los trabajan en primera línea para frenar la pandemia del coronavirus tiene estos días múltiples caras.
No sólo son los aplausos, también hay quienes cocinan para el personal médico y de enfermería como el chef tres estrellas Michelín del lujoso Hotel George V de París, que preparó un menú de Pascua muy especial.
"Todos han dado el máximo, mucho humor, mucha gentileza, como ve se respira el buen humor. Es muy importante", explicaba Christian Le Squer.
Cada calle, cada rincón del mundo pone su grano de arena frente al coronavirus.
En Turquía, un grupo de profesoras de un colegio de Estambul aprovecha su pausa para coser mascarillas que distribuyen no sólo dentro del centro educativo sino también fuera.
En Polonia, en la ciudad de Bochnia, estas monjas trabajan como voluntarias en una residencia de ancianos para cubrir las bajas del personal que se ha contagiado.
No falta el ingenio en esta destilería de sake en Tonami en Japón, que ha transformado sus instalaciones para producir desinfectante con el 77% de alcohol.
"Los desinfectantes alcohólicos son escasos, hemos visto que era posible, así que haremos cuánto podamos, paso a paso", comentaba uno de los responsables de la empresa Wakatsuru Shuzo.
De momento ha previsto distribuir 1.000 botellas a la semana.