La pandemia exacerba la pobreza: muchas personas sin hogar se quedan sin trabajo ni limosna

Una familia viviendo en un coche en Lyon, Francia
Una familia viviendo en un coche en Lyon, Francia Derechos de autor Euronews
Por Valérie Gauriat
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Volver a una vida de miseria en su propio país para terminar su calvario en Francia es su último recurso. Vea el reportaj completo en Unreported Europe

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No hay descanso para los voluntarios. Cada día, preparan cientos de bolsas de comida que luego entregan a los más necesitados, a las afueras de Lyon, en el sureste de Francia.

Con la crisis de la COVID-19, estas bolsas han sustituido a las comidas calientes que se sirven normalmente en las mesas de este aparcamiento. La cantidad de comida que se distribuye se ha más que duplicado en las últimas semanas.

"Hemos tenido muchos recién llegados, porque otras organizaciones benéficas dejaron de operar. Y cada vez más gente nos pide cuatro, o a veces más de estas bolsas. Está claro que hay una necesidad real de comida", asegura el cofundador de Camions du Coeur Guillaume Daumalin.

Durante las semanas de confinamiento, muchos perdieron sus trabajos precarios. "Perdí 120 euros a la semana, porque trabajo en los mercados, y estaban prohibidos. Y también trabajo en bares, y están cerrados. Entonces, ¿qué puedo hacer?", lamenta un hombre.

La pandemia ha dejado a muchas personas sin hogar en un limbo. Esta familia lleva años viviendo en coches, en el corazón de la ciudad de Lyon.

Sin limosna por el distanciamiento social

Pedir limosna, dicen, es su única forma de sobrevivir. Pero el confinamiento hizo las cosas aún más difíciles.

"No hay solución. Pero tengo que arriesgar mi vida para encontrar comida para los niños. Es difícil con este coronavirus", cuenta una mujer sin hogar.

El día termina bajo este puente, en la puerta de la ciudad. Varias familias han estado viviendo aquí en tiendas de campaña durante meses. "Hemos estado en la calle buscando trabajo, luego llegó el virus y todo terminó para nosotros", nos dicen. "No podemos ir a buscar trabajo, no podemos vivir. La gente nos evita, y nosotros los evitamos a ellos por culpa de este virus".

"Sólo quiero volver a Rumania", asegura uno de ellos. Volver a una vida de miseria en su propio país para terminar su calvario en Francia es su último recurso. La esperanza que la pobreza, unida a la crisis del coronavirus, es probable que comprometa por mucho tiempo.

Para saber más, vea nuestro reportaje completo esta semana en Unreported Europe.

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