Polonia intenta frenar los nuevos contagios por coronavirus detectados en la región minera de Silesia, que suponen casi la mitad de los nuevos notificados en el país. Con un total de 28.577 casos y 1.222 fallecidos desde el inicio de la pandemia, el Gobierno polaco ha adoptado medidas drásticas.
Polonia intenta frenar los nuevos contagios por coronavirus detectados en la región minera de Silesia, que suponen casi la mitad de los nuevos notificados en el país.
Con un total de 28.577 casos y 1.222 fallecidos, el Gobierno polaco ha adoptado medidas drásticas, cerrando temporalmente una docena de minas e implantando las pruebas rápidas de detección, en colaboración con las empresas y los sindicatos.
La práctica totalidad de los positivos son asintomáticos.
"Todos se someten a un doble test. La condición para que un empleado pueda trabajar es un doble resultado negativo", explica Sławomir Starzyński, portavoz de la compañía Jastrzebska Spolka Weglowa (JSW), la mayor empresa minera de carbón de Europa.
"En cualquier caso estamos suspendidos hasta finales de mes, luego estudiaremos técnicamente cómo hacerlo", dice mientras habla por teléfono el presidente del comité de empresa, Krzysztof Labadz. "Cuando se recogen las muestras, de repente los mineros se dan cuenta de que estaban enfermos, pero más del 90% no tenía síntoma alguno", añade.
La situación en Silesia ha sido caótica, con muestras perdidas, pruebas sin un seguimiento adecuado, con resultados que nunca llegaban.
Hemos hablado por teléfono con uno de los mineros que ha pasado más de un mes en cuarenta en su casa. Pide mantener oculta su identidad, teme perder su puesto de trabajo. "Esperamos unos diez días. Si no hubiera llamado a la Inspección sanitaria, nadie habría contactado conmigo. Después de un par de días, quizás una semana, la policía nos empezó a controlar", señala.
"Por un lado, no se nos trasladaba correctamente la situación epidemiológica en las minas, se trata de negligencia, por otro, como alcalde, mi principal preocupación es la propagación del coronavirus en la ciudad", dice el alcalde de la localidad de Rybnik, Piotr Kuczera.
La mayoría de los habitantes de Silesia tienen relación con la industria minera. Muchos temen la propagación del virus. El desconfinamiento avanza en Polonia como en toda Europa. Sin embargo, la gente en esta región prefiere no bajar la guardia.