El tenor peruano Iván Ayón, que debutó el pasado mes de marzo en España, interpreta al vanidoso duque de Mantua. Así Roma estrena su temporada estival adaptada al coronavirus.
Suena la orquesta y se encienden las luces del Circo Máximo para dar la bienvenida al Teatro dell’Opera, la ópera de verano de Roma. Rigoletto, un célebre melodrama de Giuseppe Verdi, ha sido la obra elegida para volver a escena.
El tenor peruano Iván Ayón, que debutó el pasado mes de marzo en España, interpreta al vanidoso duque de Mantua. Ayón se encuentra entre un elenco de actores, repartidos entre 1.500 metros cuadrados de escenario, que permiten mantener la distancia de seguridad.
Una brillante escenografía, de la mano de Damiano Micheletto, montada en tan solo un mes. La componen coches de los años 60, trajes con un aire a Las Vegas y guantes para los actores que -por el momento- no llevan mascarillas, salvo en una escena en la que están muy juntos. En el resto de la obra los actores no pueden tocarse.
Así Roma estrena su temporada estival adaptada al coronavirus.