El objetivo principal de esta competición es limpiar de residuos el río Tisza, que nace en Ucrania y llega hasta Hungría
No son sus barcos tradicionales, están hechos de residuos plásticos recogidos en el río Tisza. Nace en Ucrania, y está lleno de estos restos cuando llega a la frontera húngara. Así que cada año los marineros preocupados por el medio ambiente se embarcan en una misión para recoger todo el plástico que puedan encontrar, construir un barco en sólo nueve días, y navegar río abajo.
"El punto es que los barcos hechos de residuos son el centro del equipo, llevan a bordo el plástico que los equipos recogen del bosque o del agua. Entonces cogemos y marcamos esas bolsas de basura. Vigilamos muy de cerca qué equipo recogió qué cantidad de residuos. Al final de la carrera, gana la Copa PET, que es esencialmente una copa de barco", explica Dávid Molnár, confundador de la carrera.
La carrera es divertida para los participantes, pero tiene un propósito importante, como indica M´olnar: "Recogemos hasta una tonelada de residuos del río. Nos hace sentir muy bien, porque este no es un trabajo inútil, las autoridades de Hungría están filtrando el agua en la frontera, por lo que no habrá recontaminación de estos bosques. En otras palabras, el área que limpiemos aquí estará completamente libre de plástico que los remeros podrán disfrutar."
La basura recogida se entrega a recicladores profesionales. Familias, amigos y equipos corporativos también compiten en la carrera de remo de larga distancia. Los concursantes salieron del primer y único muelle de plástico reciclado con botes de basura, y tratan de recoger la mayor cantidad de botellas de plástico que pueden. Así que podemos decir que esta es la regata más ecológica de toda Europa.