En imágenes: vuelve a arder la Amazonía brasileña, con más virulencia que el año pasado
La temporada de incendios ha comenzado peor que el año anterior, que ya fue excepcional. Además este año no viene marcado por bajas precipitaciones y sequía. Todo apunta a una deforestación intencionada.
La deforestación en la Amazonía brasileña ha alcanzado su nivel más alto en una década y los expertos temen ahora que podría ser aún mayor este año.
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, entre agosto de 2019 y julio de 2020, se deforestaron casi 9.205 kilómetros cuadrados. Esto es un aumento del 34%.
La temporada de incendios ha visto un incremento del 17% en el número de incendios en los primeros 10 días del mes de agosto, según datos gubernamentales analizados por Greenpeace. Y eso que la temporada 2019 ya batió records.
Hace un año, el llamado "Día del Fuego", convocado por granjeros para quemar partes de la selva y relajar la protección ambiental de la Amazonía provocó violentos incendios forestales atrayendo la atención del mundo hacia el problema.
Bajo la presión de los activistas ecológicos internacionales, Bolsonaro trató de implementar las medidas para detener los incendios. Por ejemplo, en julio el gobierno brasileño introdujo una prohibición de 120 días de incendios en la región amazónica.
Las medidas no han demostrado ser efectivas hasta ahora, mientras que el líder de Brasil califica de inexactos los datos relativos al creciente número de incendios en el Amazonas.
Los datos recabados por el Servicio para la Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus muestran una importante actividad de incendios en América del Sur, principalmente en Brasil. Tanto en número de focos como en las emisiones de aerosol.