Tras las legislativas del domingo y, por primera vez en tres décadas, los opositores pueden desbancar del poder al Partido Democrático de los Socialistas, DPS. Para ello, deberán unir sus fuerzas y lograr un acuerdo de gobierno.
La oposición afronta el reto del cambio en Montenegro. Tras las legislativas del domingo y, por primera vez en tres décadas, los opositores pueden desbancar del poder al Partido Democrático de los Socialistas, DPS. Para ello, deberán unir sus fuerzas y lograr un acuerdo de gobierno que aguardan, esperanzados, muchos montenegrinos.
"Los resultados son buenos para Montenegro. Deseamos que haya paz y que la situación se resuelva y se llegue a la reconciliación porque estábamos al borde del conflicto", declara un ciudadano residente en el país balcánico.
"Me siento más libre. Me siento mejor. Después de 30 años... Lo más importante es que todas las personas van a tener los mismos derechos en este país. Nadie debe tener miedo. El Gobierno debe cambiar", afirma una montenegrina.
Si se unen, las tres listas opositoras tendrían una ajustada mayoría; acumularían 41 de los 81 escaños del Parlamento y desalojarían a Milo Djukanovic de la presidencia.El DPS fue el partido más votado pero salió muy debilitado de las urnas. Aunque todavía suma más de un tercio en la Cámara, se quedará con treinta diputados; seis menos que en la anterior legislatura.