Las fuertes lluvias en Montenegro provocaron inundaciones en la localidad costera de Budva, donde el río Grđevice se desbordó y arrastró varios vehículos que se habían quedado en su cauce seco.
En verano, el cauce se utiliza a menudo como aparcamiento improvisado debido a la escasez de plazas en la ciudad.
Las autoridades locales señalaron que se había advertido a los vecinos sobre condiciones meteorológicas adversas y atribuyeron lo ocurrido al aparcamiento irresponsable.
Los equipos de emergencia trabajaron para retirar los vehículos y evitar nuevas obstrucciones mientras el nivel del agua seguía subiendo.