Incluida la activista de 73 años, Nina Baguínskaya, icono del movimiento que encabeza cada sábado las protestas.
Desde hace semanas la oposición en Bielorrusia tiene rostro de mujer. Tanto las líderes que desafían al autoritario presidente Aleksander Lukashenko, como las bases que mantienen el pulso en la calle.
Este mismo sábado, la policía ha detenido a más de 140 de ellas que participaban en una marcha en la capital contra el presidente Aleksander Lukashenko. Incluida la activista de 73 años, Nina Baguínskaya, icono del movimiento que encabeza cada sábado las protestas.
Baguínskaya, que fue dejada en libertad poco después, se presentó en la comisaría para exigir que le devolvieran su bandera rojiblanca, que se ha convertido en el símbolo de las protestas que desde las elecciones presidenciales del 9 de agosto pasado tienen lugar en Bielorrusia.
Según un testigo, los manifestantes se enfrentaron brevemente con la policía, que luego les bloqueó el camino y empezó a detener a los asistentes. Una de las mujeres que protestaban ha tenido que ser trasladada en ambulancia después de caer al suelo, aparentemente inconsciente.
Todo esto se produce tan solo un día después de que la líder opositora, Svetlana Tijanovskaya, reclamase ante la ONU una investigación contra las fuerzas del orden del Gobierno de Bielorrusia. La oposición denuncia torturas, abusos sexuales y secuestros.