Pese a que la pandemia de coronavirus alcanza niveles de contagio récord en Alemania, y en particular en Múnich, la Oktoberfest se está celebrando pero en cervecerías, y no en su tradicional recinto, y con mascarillas
PUBLICIDADLa cerveza fluye a raudales en Múnich al iniciarse la tradicional Oktoberfest pero la afluencia de público está limitada por coronavirus.
Y si al brindar los alemanes dicen Prost, es decir salud, esta palabra está más que nunca al orden del día
Alemania está con niveles de contagio del pasado mes de abril y Baviera está especialmente afectada por la pandemia.
En Múnich se ha superado por primera vez la barrera de 50 infecciones por 100.000 habitantes, un nivel en el que se recomienda tomar medidas especiales.
En estas condiciones, la fiesta ha quedado restringida a cervecerías con aforo limitado y a llevar mascarillas como subraya esta turista quien ya se estima satisfecha de poder ir a un restaurante o un bar.
"LLevar mascarilla no es muy agradable, pero lo es más que estar enfermo en cama"; añade el propietario de una de las cervecerías donde se desarrolla la Oktoberfest.
El inmenso recinto donde tradicionalmente se celebra la Oktoberfest está vacio y vigilado por la policía para evitar problemas. El año pasado la fiesta de la cerveza en Múnich atrajo a más de seis millones de visitantes.