Inglaterra confinada: 56 millones de personas afectadas por el cierre. Todos los comercios no esenciales vuelven a estar cerrados para tratar de frenar la pandemia y se pide a la población que trabaje desde casa. Un golpe duro a la economía a pocas semanas de Navidad
Las calles de Londres vuelven a estar casi vacías. Inglaterra ha entrado este jueves en un nuevo confinamiento para hacer frente al azote de la segunda ola de la pandemia de COVID-19. El cierre afecta a 56 millones de personas y durará, al menos, hasta el 2 de diciembre.
Pese a que el país vuelve a registrar cifras récord, con 492 muertos y más de 25.000 contagios en el último día, muchos decidieron que este miércoles por la noche debían apurar sus últimas horas de libertad.
"Solo estoy aprovechando la última noche -comentaba una joven en la terraza abarrotada de un bar de Londres-. Vine aquí para tener una noche de fiesta y reunirme con mis amigos. Muchos de ellos trabajan en la hostelería y se me rompe el corazón por ellos, porque no van a tener trabajo. Así que supongo que hay que aprovechar al máximo. Disfrutar de nuestra última noche antes del cierre".
Era "la última oportunidad", opina un hombre, que dice que esta última salida "ayuda un poco. La urgencia era reunirse con alguien".
Las imágenes de calles llenas y tiendas abiertas forman ya parte del pasado. Como antes hicieron Irlanda y Francia, Inglaterra ha echado el cierre a todos los comercios no esenciales. El Gobierno pide a toda la población que trabaje desde casa, siempre que sea posible. Sin embargo, los colegios y universidades siguen abiertos.
Este nuevo confinamiento, algo menos estricto que el de la pasada primavera, supone un golpe durísimo para la economía inglesa, que solo espera que la reapertura llegue antes de Navidad.
Gales también está confinada y así seguirá hasta mediados de mes. Escocia e Irlanda del Norte han impuesto estrictas restricciones.