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Mohamed Houli Chemal se acoge a su derecho a no declarar en el juicio por los atentados del 17-A

Mohamed Houli Chemlal en la sala de vistas de la Audiencia Nacional española
Mohamed Houli Chemlal en la sala de vistas de la Audiencia Nacional española Derechos de autor Fernando Villar/AP
Derechos de autor Fernando Villar/AP
Por euronews con EFE
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Tres años después, arranca en la Audiencia Nacional española el juicio por los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils del 17-A.

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España inicia uno de los juicios más esperados, el de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils (Tarragona), perpetrados en agosto de 2017.

La vista oral del juicio ha arrancado este martes en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española, en Madrid.

El principal acusado se niega a declarar en el juicio

El principal acusado por los atentados yihadistas de agosto de 2017 en Cataluña que causaron 16 muertes, Mohamed Houli Chemal, se negó este martes a declarar en el primer día del juicio.

Mohamed Houli Chemal, para quien la fiscalía solicita 41 años de prisión, es uno de los tres acusados que desde hoy se sientan en el banquillo por los atentados del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils (Tarragona) que causaron la muerte de 16 personas y 140 heridos.

Junto a Mohamed Houli, superviviente de la explosión de un chalé de Tarragona donde habían almacenado un centenar de bombonas de butano y explosivos para cometer atentados, se sientan en el banquillo Driss Oukabir, a cuyo nombre se alquiló presuntamente la furgoneta utilizada para el atentado de Barcelona, y para quien el fiscal pide 36 años.

El tercero es Said Benn Iazza, quien supuestamente prestó su documentación y un vehículo para comprar y transportar precursores explosivos, y que suma una petición de ocho años.

El día de los atentados

La tarde del 17 de agosto de 2017, un hombre llamado Younes Abouyaaqoub entró en la céntrica calle de barcelonesa de Las Ramblas a gran velocidad al volante de una furgoneta alquilada y arrolló a las personas que caminaban por allí. Entre los documentos que se encontraron en el vehículo estaba el pasaporte de Houli Chemlal y el contrato de alquiler a nombre de Oukabir.

Al día siguiente cinco miembros de la célula llegaron al paseo marítimo de la localidad de Cambrils, atropellaron a los viandantes y agredieron a las personas que se encontraron a su paso.

Todos los que participaron directamente en los ataques fueron abatidos por la policía regional de Cataluña.

Ninguna de las tres personas que se juzga desde hoy está procesada por esas muertes, sino por los delitos de integración en organización terrorista, fabricación, tenencia y depósito de sustancias explosivas; y conspiración para el delito de estragos terroristas; así como colaboración con la célula terrorista.

Mohamed Houli, el primero en comparecer ante el tribunal, se acogió a su derecho a no declarar ante el fiscal, al tiempo que mantuvo en sus manifestaciones anteriores.

"Siempre he manifestado mi voluntad de colaborar y mi arrepentimiento", se limitó a decir antes de que comenzaran a mostrarse en la sala diferentes vídeos de los acusados, incluso uno en el que se ve a uno de ellos fabricando presuntamente explosivos y diciendo "enemigos de Dios, aquí os esperaremos".

Los otros dos acusados por su participación y colaboración en los atentados, Driss Oukabir y Said Ben, negaron su integración en la célula yihadista e insistieron en que no conocían al imán de la mezquita de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, líder espiritual de los terroristas.

"Cómo me voy a integrar en una célula, no, si yo ni era religioso ni practicante. No tenía relación con ellos (en referencia a los cinco miembros que cometieron los atentados), no me juntaba con ellos", aseguró Driss, quien explicó que alquiló la furgoneta porque su hermano, abatido por los agentes tras el atentado de Cambrils, y otros dos jóvenes se lo pidieron para "hacer una mudanza".

Said Ben, que respondió a su defensa pero no al fiscal, admitió que dejó a "dos chicos marroquíes" su vehículo, pero en ningún momento le explicaron para qué necesitaban la furgoneta, sino simplemente que querían transportar "unos productos de limpieza".

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