Vuelta de tuerca del Gobierno ultranacionalista húngaro que veta la adopción a parejas homosexuales

Los húngaros esperaban el anuncio de las nuevas restricciones para frenar al coronavirus y se encontraron con una batería múltiple de reformas constitucionales, promovidas por el Gobierno ultranacionalista.
Algunas de profundo calado, como el veto a la adopción por parte de las parejas del mismo sexo, y la propuesta para incluir en una enmienda que "la madre es mujer, el padre varón".
"El Parlamento nos ha otorgado poderes extraordinarios, y hemos aprobado las nuevas medidas. Las restricciones entran en vigor desde esta medianoche. Les pido a todos que las cumplan. Cuiden de los demás, especialmente de sus padres, de sus abuelos, de los mayores y de los enfermos. Si seguimos las normas y permanecemos unidos, juntos volveremos a tener éxito otra vez", ha dicho el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Todo sin dejar margen de maniobra a la oposición.
"Además ha aprovechado el momento oportuno porque ni los votantes de la oposición, ni sus líderes pueden salir a las calles. Está prohibido, por supuesto, realizar en este momento cualquier tipo de manifestación, así que no me sorprende el momento (elegido) si tenemos en cuenta que acabamos de entrar en la fase de confinamiento", ha explicado el analista político, András Biró, investigador de la Academia Húngara de las Ciencias.
Además la propuesta garantiza el desarrollo del niño de acuerdo con su género al nacer.
Las organizaciones de defensa de los derechos de las parejas homosexuales han puesto el grito en el cielo.
El Gobierno ultraconservador húngaro sigue desafiando a las instituciones europeas, que denuncian regularmente la deriva autoritaria del primer ministro, Viktor Orbán.