Con mucha polémica, el Congreso de los Diputados español ha aprobado por 177 votos a favor y 148 en contra la reforma educativa impulsada por la ministra de Educación, Isabel Celaá. Entre otros aspectos, la denominada Lomloe...
Con mucha polémica, el Congreso de los Diputados español ha aprobado por 177 votos a favor y 148 en contra la reforma educativa impulsada por la ministra de Educación, Isabel Celaá. Entre otros aspectos, la denominada Lomloe corta las alas a la educación concertada, resta importancia a la asignatura de Religión y permite pasar de curso arrastrando suspensos. Pero, sin duda, su punto más polémico es el que elimina el castellano como lengua vehicular de la Educación en toda la geografía nacional, una demanda de las formaciones independentistas en las que se apoya el Gobierno de coalición:
"Blindar la inmersión lingüística en Cataluña es más que un triunfo, porque esta ley establece que la lengua vehicular se decide según lo dispuesto en los estatutos de autonomía y en la LEC (Ley de Educación de las comunidades autónomas). I la nostra és molt clara. El català és la llengua vehicular de l'ensenyament", concluyó en catalán su discurso ante la cámara la diputada de ERC Monserrat Bassa Coll.
El Partido Popular, el principal de la oposición, ha acusado al Partido Socialista de hacer "lo que sea por mantenerse en el poder":
"Es un proyecto que destierra el derecho de los padres a elegir la educación y el centro educativo en el que escolarizar a sus hijos, imponiendo un monopolio estatal docente", denunciaba en su turno la popular María Sandra Moneo Díez.
A la salida de la cámara, la ministra de Educación, Isabel Celaá, no escondía su decepción por la postura de la oposición:
"A nosotros nos habría gustado tener más consenso, pero, lamentablemente, he de decir que aquí, el Partido Popular, Vox y Ciudadanos se han autoexcluido del debate", lamentaba Celaá.
Movilizada en las calles y en los centros de enseñanza, la oposición afirma que recurrirá la ley ante el Tribunal Constitucional e instancias europeas. La Lomloe pasa ahora al Senado. Si la Cámara Alta no enmienda o veta el proyecto, la reforma educativa, la enésima desde restauración de la democracia, quedará aprobada. Si la enmienda o rechaza regresará el Congreso para una nueva votación.