Grito de socorro del comercio polaco: "Acabaré viviendo bajo un puente"

Miles de personas salieron a la calle este domingo en Varsovia a manifestarse contra el Gobierno polaco. Hace mes y medio que las protestas se suceden en medio de un creciente descontento popular alimentado por cuestiones muy diversas. Uno de ellas son las prolongadas restricciones debidas a la COVID-19, que enfurecen y desesperan a dueños de negocios y empresas.
Marek Molinski explica que tuvo que vender su piso para poder conservar su restaurante de comida india.
"Primero nos obligaron a cerrar en marzo, luego nos dejaron trabajar, pero solo a media capacidad, y luego nos remataron -afirma-. No me han ayudado ni con los salarios ni con la electricidad. No me queda nada y aún así tengo deudas gigantescas".
Se quejan de que las ayudas son inexistentes o insuficientes para hacer frente a la situación económica.
"Prometen una protección que nunca funcionó realmente. La única cobertura con la que contaba eran los 1125 euros del paro", dice una manifestante.
El experto en finanzas, Marcin Poszkowski, dice que comprende el malestar de la gente, pero defiende la decisión del Gobierno de destinar la ayuda a determinados sectores. "El Gobierno se ha ajustado a la situación y ayuda precisamente a los sectores más necesitados. Algunos sectores soportan más presión que otros", afirma.
Mientras tanto, Marek Molinski, clama pidiendo ayuda. _"_Permítannos presentar solicitudes directamente a la Unión Europea -pide el dueño del restaurante-. Estoy destrozado. Tengo 53 años y pronto terminaré durmiendo a la intemperie bajo un puente".