Los militares bosnios han levantado unas tiendas de campaña para alojar a unos 900 migrantes que se encontraban abandonados en mitad de la nieve, después de que organismos internacionales alertaran de la situación.
Bosnia-Herzegovina reacciona a las críticas y da cobijo a los inmigrates. Los militares bosnios han levantado unas tiendas de campaña para alojar a unos 900 migrantes que se encontraban abandonados en mitad de la nieve, después de que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) alertaran de la situación.
"Hoy nos quedaremos con hambre, de acuerdo. No nos importa. Podemos adaptarnos a ello. Podemos beber agua. Eso nos basta. Pero el gran problema para nosotros es que necesitamos que nos den cobijo. ¿De acuerdo?", declara uno de los inmigrantes a los que las autoridades han dado cobijo en Bosnia-Herzegovina.
Se estima que, en tierras bosnias, hay unos 8 000 inmigrantes que entraron de forma ilegal y quieren llegar a Croacia y después, a otros países de la Unión Europea. Unos 3 000 de ellos se encuentran en diversas localidades del país, cerca de la frontera con terreno croata, a la intemperie o en instalaciones devastadas.