El Parlamento portugués aprueba la ley que legaliza la eutanasia. Ahora el presidente Marcelo De Sousa debería refrendarla, aunque también podría enviarla al Tribunal Constitucional o vetarla. Grupos católicos y conservadores le piden su bloqueo.
El Parlamento portugués aprueba la Ley de Eutanasia por amplia mayoría, con 136 síes, 78 noes y cuatro abstenciones. Comunistas, extrema derecha y centro derecha votaron en contra. Al igual que 56 diputados sociademócratas y diez del partido socialista en el Gobierno. Estas dos formaciones habían dejado a sus diputados libertad de voto.
Ahora el presidente Marcelo Rebelo de Sousa debería refrendarla, aunque también podría llevarla al Tribunal Constitucional o vetarla.
Sufrimiento insoportable y enfermedad incurable
Un gran número de organizaciones conservadoras y católicas han promovido movilizaciones en contra y han hecho un llamamiento al jefe de Estado para que la bloquee.
El texto especifica que solo podrán acogerse a ella mayores de edad. Exige que el solicitante no tenga problemas mentales y que se encuentre en situación de sufrimiento duradero e insoportable, con una enfermedad o lesión incurable.
Si De Sousa da su visto bueno, Portugal, de mayoría católica, se convertiría en el cuarto país europeo y el séptimo del mundo en despenalizar la muerte asistida.
El país aplicaba hasta ahora penas de entre uno y ocho años de cárcel por ayudar a morir a una persona.
El proyecto de ley surge tras trabajar durante un año sobre las propuestas del Partido Socialista, el marxista Bloco de Esquerda, los animalistas de PAN, Iniciativa LIberal y la formación ecologista PEV.