Rihonor de Castilla, en Zamora, y Rio de Onor, en Braganza, son prácticamente el mismo pueblo y han visto como el cierre de fronteras ha afectado directamente a su día a día.
Rihonor de Castilla, en la provincia española de Zamora, y Rio de Onor, en el distrito portugués de Braganza, tienen la particularidad de formar entre ambas una localidad mixta. Aquí se hablan dos idiomas, hay dos iglesias y hasta dos horarios diferentes, pero en verdad el lugar es uno solo.
Es por eso que el reciente cierre de fronteras impuesto para hacer frente al coronavirus, no tiene por tanto la misma validez que en el resto de la península, aunque sí se presentan algunas dificultades.
José Antonio vive en Rio de Onor, Portugal, pero el garaje de su coche está en España, al igual que su hermano Manuel. Y este es solo un ejemplo. En la zona española no hay tienda de comestibles, y el panadero vende ahora sus productos en plena frontera.
"El panadero se coloca en la frontera, pita con su coche y espera un poquito a que vengamos", cuenta Etelvina sobre cómo comprar el pan. "Esperemos que haya suerte y no se contagie, porque él tiene una fábrica con empleados y es el más mayor".
Y es que si bien los habitantes de ambos pueblos tienen permitido cruzar la frontera a pie, el paso sí que ha sido cerrado al tráfico. La frontera se abre dos horas, dos días a la semana, y solo para vehículos agrícolas.
No queda otra: hasta nueva orden, los ciudadanos de Rio de Onor y Rihonor de Castilla deberán convivir con una situación tan genuina como sus dos pueblos.