Agrio cierre de campaña en Cataluña
La pandemia no es el único enemigo común que ha dejado el cierre de campaña en Cataluña. Las fuerzas independentistas han reafirmado su voluntad de crear un "cordón sanitario" para impedir que el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) acceda al poder regional de la mano del exministro de Sanidad Salvador Illa. En un mitin por internet al que asistió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Illa recogió el guante:
"Es el primer cordón sanitario de la historia a la socialdemocracia. No a la ultraderecha, sino al Partido Socialista. Solo ofrecen más de lo mismo: confrontación y división eterna. Solo ofrecen más de lo mismo -insistió-, cofrontación y división eterna".
Y esa confrontación ha estado muy presente en el mitin de cierre de Junts per Catalunya. A través de una videoconferencia, el expresidente Carles Puigdemont ha afirmado que si ganan los socialistas se perderá todo lo acumulado durante el procés. La candidata de la formación a la presidencia de la Generalitat, Laura Borràs, ha pedido el voto de todos los independentistas para demostrar que independentismo no se rinde.
También ha apelado al voto útil el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonés, quien ha exhortado a conseguir una victoria histórica para que no haya otra alternativa que un Gobierno independentista.
Desde En Comú Podem, la rama catalana de Unidas Podemos, socios de los socialistas en Madrid, han lamentado que los vetos cruzados de unos y otros puedan conducir a la repetición de las elecciones.
En la derecha constitucionalista hay nervios sobre lo que pueda ocurrir el domingo en las urnas. El Partido Popular teme un sorpasso por parte de la formación ultraderechista Vox. También hay inquietud en las filas de Ciudadanos: la formación más votada en las pasadas elecciones podría sufrir un descalabro histórico. Sus dirigentes han hecho un llamamiento al voto constitucionalista para que los independentistas "no actúen como si fueran mayoría, aunque no lo sean".