El judoca español Nikoloz Sherazadishvili se colgó la plata en el Grand Slam de judo de Tel Aviv. Octava medalla para el español en un grand slam.
El Shlomo Arena de Tel Aviv se iluminó para la acoger la última jornada de un grand slam histórico.
La campeona europea Romane Dicko fue imparable en la categoría de +78 kg. Haciendo exhibición de un judo emocionante la judoca francesa realizó una gran actuación.
En la final se encontró con la portuguesa Rochele Nunes y casi haciendo que pareciera fácil derribó a su oponente en tan solo segundos para asegurarse otra victoria en el Circuito Internacional de Judo.
La general de brigada, Miri Regev, miembro de la Knéset y Ministra de Transporte y Seguridad Vial de Israel le otorgó a Dicko la medalla.
El holandés Michael Korrel volvió a su increíble estado de forma habitual, deshaciéndose de todos los judocas que se encontraba en su camino a la final con un judo rápido y efectivo.En el combate definitivo se encontraría con su mayor desafío, el israelí Peter Paltchik. Un rápido juego de pies le aseguró a Korrel la victoria y volvió a ponerle en lo más alto.
Hili Tropper, Ministro de Cultura y Deportes de Israel le entregó la medalla.
Anna Maria Wagner tuvo un gran día y se llevó a casa la medalla de oro de la categoría de -78kg.Yarden Gerbi, medallista olímpica y campeona del mundo le colgó la medalla.
En la categoría de -90 kg el español Nikoloz Sherazadishvili tuvo que conformarse con la plata al no poder imponerse al georgiano Lasha Bekauri en un combate muy igualado. Octava medalla en un grand slam para el español. Laszlo Toth, miembro del Comité de Coordinación de Directores de la Federación Internacional de Judo y presidente de la Federación Húngara de Judo les otorgó las medallas.
Gela Zaalishvili se subió a lo más alto del podio en la categoría de +100kg tras derrotar a Tamerlan Bashaev por ippon. Alex Gilady, miebro del Comité Olímpico Internacional y vicepresidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 le entregó la medalla.
Tenemos dos movimientos del día, el primero un explosivo ataque del israelí Serafim Kompaniez. El segundo unincreíble ashi waza de Elmar Gasimov. Una manera inmejorable para cerrar una competición memorable en Tel Aviv.