Aunque pasaron muchos años los habitantes de un pueblo de pescadores de Cabo Verde, Porto Mosquito, siguen recordando al comandante Jacques Cousteau, y su figura les ha ayudado a renovarse.
Porto Mosquito, un pueblo de pescadores situado a 20 kilómetros de Praia, la capital de Cabo Verde, está en plena transformación. Inspirándose en el comandante francés Jacques Cousteau, que dedicó su vida al mar, artistas caboverdianos transforman el gris de las fachadas en arte y el fondo marino invade la tierra. Es una inciativa de la Asociación Lantuna en colaboración con la Embajada de Francia en Cabo Verde.
Ana Veiga es la Directora Ejecutiva de la Asociación Lantuna:
"El primer mural lo hicimos en 2018 para concienciar sobre la conservación de las aves marinas y de ahí nació esta idea de tomar a una figura internacional, que estuvo en la Bahía del Infierno en 1948, junto con el biólogo Théodore Monod y el físico Auguste Piccard, para concienciar a la comunidad y también hacer del pueblo de Porto Mosquito una referencia turística."
Trece fachadas representan la experiencia de Cousteau y sus compañeros en esta comunidad.
Nazolino Cabral, es vecino de Porto Mosquito:
"Somos más conscientes de la protección de nuestro océano, organizamos la recogida de basura, y la población está bien informada ."
Comandante de la marina francesa, documentalista, cineasta, oceanógrafo e inventor, Cousteau estuvo en la Bahía del Infierno para probar un pequeño submarino con el que pretendía descender a 2.000 metros de profundidad y acceder a zonas inaccesibles para los buzos.