Bruselas había exigido una serie de mejoras en materia de seguridad para poder llevar a cabo relaciones comerciales con esta central.
Importante paso adelante de la central nuclear de Astravets. Tras su visita del pasado mes de febrero, los expertos de la Unión Europea confirmaron en su informe preliminar los importantes avances en materia de seguridad de la central bielorrusa.
El Parlamento Europeo había exigido que se retrasara la puesta en marcha de las operaciones comerciales con Astravets hasta que se hubieran introducido una serie de mejoras.
Y es que la central se encuentra a escasos 50 kilómetros de Vilna, capital de Lituania, miembro de la Unión Europea. Los países bálticos consideran una amenaza a su seguridad estás instalaciones, con una potencia de hasta 2400 megavatios y construidas bajo financiación rusa.
Lituania denunció en su momento que no cumplía las normas internacionales en materia de energía nuclear, y la intención final de los tres países bálticos es la de dejar de contar con energía eléctrica procedente de Bielorrusia y Rusia. Se espera que para 2025 Estonia, Letonia y Lituania tengan todas sus redes conectadas a las de la Unión Europea.
Según recuerda el ministro de Energía de Lituania, Dainius Kreivys, el informe preliminar no supone de momento una "luz verde" para iniciar la explotación comercial de la central, ya que faltarían por aplicar aún varias de las recomendaciones de la Unión Europea. El Grupo Europeo de Reguladores de la Seguridad Nuclear habla de un informe completo para finales de 2021.