La huella ambiental del Bitcoin: necesita el mismo consumo eléctrico que toda Finlandia

Se alzan las voces que denuncian el coste medioambiental del Bitcoin al tiempo que la criptodivisa superaba este fin de semana la barrera de los 50.000 euros por primera vez en su historia.
El minado de Bitcoins y el funcionamiento de esta criptomoneda consumen mucha energía.
Según el economista holandés Alex de Vries, la subida récord del precio del Bitcoin a principios de este año "podría llevar a la red a consumir tanta energía como todos los centros de datos del mundo, con una huella de carbono comparable a la de Londres".
Antes de esta última subida del precio del Bitcoin, la moneda virtual necesitaba para funcionar entre 78 y 101 teravatios por hora de electricidad al año o el equivalente al consumo de un país como Finlandia.
El impacto del Bitcoin en el medio ambiente también preocupa a Bill Gates. En una entrevista concedida al New York Times el 9 de marzo, el multimillonario estadounidense afirmó que el Bitcoin "no es bueno para el clima" porque "consume más electricidad por transacción que cualquier otro método de pago".
Estas nuevas preocupaciones se suman a las ya planteadas hace tres años por investigadores de la Universidad de Hawai y California.
En la revista Nature Climate Change, el equipo de investigación afirma que si el uso previsto del Bitcoin sigue el ritmo de adopción de otras tecnologías, podría producir suficientes emisiones de CO2 como para elevar el calentamiento por encima de los 2ºC en sólo 30 años.