El confinamiento del 83% de la población no basta. Chile ha echado el candado a sus fronteras para tratar de contener la pandemia de la COVID-19, que ya ha superado el millón de contagios locales. El Gobierno chileno ha anunciado este jueves que están prohibidos los viajes al extranjero...
El confinamiento del 83% de la población no basta. Chile ha echado el candado a sus fronteras para tratar de contener la pandemia de la COVID-19, que ya ha superado el millón de contagios locales. El Gobierno chileno ha anunciado este jueves que están prohibidos los viajes al extranjero para todos los residentes, nacionales y foráneos, salvo que obtengan una autorización por motivos urgentes y extraordinarios. También se ha adelantado el toque de queda en todo el país. Desde el próximo lunes, regirá entre las 21.00 y las 5.00 horas. Las restricciones estarán en vigor durante al menos todo el mes de abril.
El anuncio tiene como paradójico telón de fondo el exitoso plan de vacunación de Chile, que tan solo superan países como Israel o Emiratos Árabes Unidos. Más de un tercio de la población ya está vacunada. Sin embargo, las unidades de cuidados intensivos de los hospitales vuelven a estar saturadas y se siguen batiendo récords de contagios diarios. Este jueves se han registrado 7.800 nuevos casos.
La vecina Bolivia también ha cerrado fronteras, en este caso con Brasil, durante al menos una semana. Las autoridades bolivianas temen que se propague por el país la peligrosa variante del coronavirus que está haciendo estragos en el gigante suramericano, que el mes pasado registró 76.000 muertes por COVID-19, el doble que en febrero. También pondrá en cuarentena localidades fronterizas en la que se han dado casos de esta variante brasileña.