Izquierda y liberales se unen contra el candidato socialista. Este domingo han abierto 5.200 colegios electorales para unas elecciones generales en las que 3,6 millones de albaneses podrán elegir el nuevo Parlamento.
Este domingo han abierto 5.200 colegios electorales para unas elecciones generales en las que 3,6 millones de albaneses podrán elegir el nuevo Parlamento, del que saldrá el Gobierno que dirigirá el país durante los próximos cuatro años.
El primer ministro, Edi Rama, líder del Partido Socialista, aspira a ser el primero tras la caída del comunismo en renovar un tercer mandato consecutivo. Arrastra una fuere oposición con acusaciones fundadas de corrupción.
El presidente de Albania Illir Meta ha estado muy implicado en la campaña, en la que ha pedido a los ciudadanos que "saquen las horcas" para destituir a Rama por corrupto. Fueron compañeros de partido pero ahora son adversarios y la mujer del jefe del Estado, Ilir Meta encabeza la izquierda con el Movimiento Socialista para la Integración, que apoya al conservador Lulzim Basha, del opositor Partido Democrático.
Basha está arropado por una coalición de pequeños partidos. Centró la campaña en la lucha contra la corrupción y la creación de empleo y la promesa de un impuesto sobre los ingresos del 9 % para todos por igual frente al impuesto progresivo propuesto por el primer ministro.
Ha sido una campaña sucia en la que han abundado las acusaciones de intentar hacerse con el poder mediante asesinatos, agresiones y compraventa de votos.
El último episodio violento provocado por la histórica rivalidad entre el PS y PD dejó un muerto y cuatro heridos el pasado miércoles en la ciudad de Elbasan, en el centro del país.