En Cali, epicentro de las protestas, se han desbloqueado 17 puntos de la ciudad, lo que pertimirá su reabastecimiento.
Se convocan nuevas protestas en Colombia, tras terminar sin acuerdo la reunión entre el Comité Nacional de Paro y el presidente Iván Duque. Este miércoles habrá una nueva huelga nacional, la tercera en dos semanas.
Pese a la disposición de Duque al diálogo, no ha habido avances para poner fin al conflicto.
"No hubo empatía del Gobierno con las razones, con las peticiones que nos han llevado a este paro nacional. No se ha mostrado una empatía con las víctimas de la violencia que se ha ejercido de forma desproporcionada contra los manifestantes", dijo Francisco Maltés, miembro del Comité Nacional de Paro.
Represión policial
Según cifras del Gobierno, 27 personas, incluido un oficial de policía, han muerto desde el inicio de las protestas, el 28 de abril, que comenzaron por la reforma fiscal, que finalmente fue retirada.
La Fiscalía señala que nueve de estas muertes no tienen relación con las protestas. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos denuncian numerosos abusos policiales y elevan el número de fallecidos a medio centenar. Denuncian también agresiones sexuales, desapariciones y detenciones arbitrarias.
Dos policías fueron detenidos este lunes por la muerte de un joven, por un disparo, en una manifestación en la ciudad de Ibagué (oeste).
Reapertura de 13 puntos bloqueados en Cali
En Cali, epicentro de las protestas y donde estuvo el presidente Duque, encabezando un consejo de seguridad en busca de soluciones a la crisis, se han desbloqueado 17 puntos de la ciudad. Los bloqueos han dejado estanterías vacías en los supermercados y largas colas en las gasolineras.
La reapertura de estas arterias en Cali, que permitirá el reabastecimiento de la ciudad, se produce un día después del ataque contra una caravana que se dirigía a una marcha indígena, y que dejó varios heridos. Según el Consejo Regional Indígena del Cauca, el ataque fue perpetrado por "policías y civiles armados".
Mientras, vecinos de Cali denunciaban ataques contra su propiedad por miembros de las comunidades indígenas.