Stresa e Italia buscan respuestas a la tragedia del teleférico de Mottarone

La pequeña localidad de Stresa, en el lago Mayor, al norte de Italia, trata de reponerse a duras penas del terrible accidente que ha conmocionado a todo el país. La caída del teleférico del monte Mottarone deja 14 muertos y un único superviviente, un niño israelí de cinco años que permanece hospitalizado en Turín, en estado grave. Sus padres, su hermano y sus dos bisabuelos se encuentran entre los fallecidos.
Según explica uno de los bomberos desplazados al lugar "el terreno es muy empinado y estaba resbaladizo, y la escena era dramática, con varios cuerpos esparcidos por el camino y algunos más dentro de la cabina. Inmediatamente intentamos rescatar a los heridos, pero desgraciadamente tan sólo dos niños seguían vivos", contaba antes de que se certificara la muerte de uno de esos menores.
Marcella Severino, alcaldesa de Stresa, cuenta como algunos testigos "vieron que el teleférico, que ya estaba llegando la cima, retrocedió de repente hacia el lago, rápidamente. Pero al llegar a la torre, tal vez por la velocidad a la que iba, no aguantó más y finalmente cayó". Se sabe también que tras caer al vacío durante varios segundos y después de impactar contra el suelo rodó cerca de 50 metros cuesta abajo hasta detenerse por completo. Tan sólo cinco víctimas fueron halladas dentro de la cabina.
El teleférico, inaugurado en 1970, había sido sometido a una importante una renovación en agosto de 2016, y tan solo un año después había superado sin problemas una revisión de mantenimiento. Los cables también habían sido debidamente inspeccionados a finales de 2020.
Con todo, sigue sin quedar claro por qué no funcionó el sistema de frenado diseñado para estos casos. El ministro de Transportes de Italia, Enrico Giovannini, acudía este lunes al lugar de la tragedia y confirmaba la puesta en marcha de una investigación que aclare las causas y depure responsabilidades.